31/12/11

¿Qué es el coaching?

El coaching ontológico es una modalidad de aprendizaje orientada a transformar el tipo de observador que somos de la realidad con el objetivo de expandir nuestras posibilidades y capacidad de acción y, por tanto, de incrementar nuestra efectividad personal.

Es un camino de transformación personal.

Nos incita a asumir un rol protagónico en la propia vida.

El coaching es un proceso conversacional a través del cual identificamos qué es lo que queremos lograr en un determinado ámbito de nuestra vida, dónde estamos hoy respecto a ese estado deseado y cuál es la brecha o camino a transitar para llegar a lograr lo que queremos.

A partir de la conversación, se detectan juicios y creencias limitantes en la persona e incongruencias que, al trabajar sobre ellas, se logra cambiar la manera de ver una determinada situación y, de ese modo, se identifican abordajes más efectivos y funcionales a los propios propósitos vitales.

Es un proceso de aprendizaje que busca potenciar el desarrollo personal para lograr alcanzar el máximo desempeño.

Nos permite transformar el tipo de observador que somos y, desde allí, ampliar nuestra capacidad de acción para lograr resultados hasta ahora no alcanzados.

Al transformar cómo actuamos, transformamos nuestra manera de ser.

30/12/11

¿Qué hace el coach?

El coach facilita, hace preguntas, plantea la posibilidad de ejecutar determinadas acciones, indaga y acompaña al coachee (o cliente) en su proceso de autodescubrimiento y desarrollo.

Sin embargo, es el coachee quien selecciona las interpretaciones pertinentes, escoge los caminos de acción a seguir y, en último término, valido lo que el coach le propone. Es él quien decide, quien define el tipo de vida que quiere tener y el tipo de persona que quiere llegar a ser.

La labor del coach es ayudarlo a generar nuevos sentidos, modificar el tipo de oberservador que es, para ser capaz de resolver y tomar acciones que previamente no le eran posibles.

29/12/11

Principios básicos de la Ontología del Lenguaje

Primer principio:

"No sabemos cómo las cosas son. Sólo sabemos cómo las observamos o cómo las interpretamos. Vivimos en mundos interpretativos".

Segundo principio:

"No sólo actuamos de acuerdo a cómo somos (y lo hacemos), también somos de acuerdo a cómo actuamos. La acción genera ser. Uno deviene de acuerdo a lo que hace".

Tercer principio:

"Los individuos actúan de acuerdo a los sistemas sociales a los que pertenecen. Pero a través de sus acciones, aunque condicionados por estos sistemas sociales, también pueden cambiar tales sistemas sociales".

Postulados básicos de la Ontología del Lenguaje

Primer postulado:

"Interpretamos a los seres humanos como seres lingüísticos".

Segundo postulado:

"Interpretamos al lenguaje como generativo".

Tercer postulado:

"Interpretamos que los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él".

Brecha: ¿camino o abismo?

"No es lo mismo perderse que estar perdido. Es más que un juego de palabras. Es más que dos manera de expresar una misma situación, puesto que manifiestan formas de ser y estar en el mundo distintas.”

En las prácticas de coaching, definimos la brecha como el espacio que hay que transitar para pasar de una situación o estado actual a uno deseado.

Hay brechas que de acuerdo a quien esté siendo el observador que la expresa se parece más a un abismo que a un camino de aprendizaje a transitar y quien pretende abordarla actúa como quien se enfrenta a un pozo ciego. Reconoce que avanzar hacia el otro lado de la orilla implica tener que atravesar el vacio que las separa y ante la imposibilidad de hacerlo queda varado en la situación de insatisfacción, con una sensación de impotencia que lo enceguece y nubla la mirada.

Es nuestra tarea como coaches el ayudar a nuestros clientes a que vean la brecha como un camino de aprendizaje que culmina en el logro del resultado por ellos buscado. Ayudarlos a través de preguntas a que encuentren su propia luz que les permita pensar con más claridad y reconocer dentro de sí los recursos disponibles para el logro pretendido. En este aspecto, el coaching encuentra algunas semejanzas con la mayéutica propuesta por Sócrates, en donde a través de preguntas el cliente cambia el tipo de observador que está siendo, esa manera de estar viendo la situación que le está impidiendo avanzar hacia su estado deseado. A su vez, con mucho respeto nos adentramos en el interior del otro cuestionando creencias y juicios u opiniones de modo de identificar aquellas que son infundadas o falsas. Cuando ello ocurre, la persona cambia el tipo de observador de esa realidad particular que le inquieta y nuevas posibilidades de acción se le presentan. Y es en este momento trascendente cuando al cambiar nosotros, cambia la situación. No tenemos la posibilidad de cambiar el mundo, pero cambiando nosotros, cambiamos nuestro mundo. Nos recuerda Rafael Echeverría, uno de los referentes principales del coaching ontológico, que vivimos en mundos interpretativos, y con esto en mente toma sentido la importancia de cuestionarnos sobre aquello que pensamos y creemos, dado que nuestra manera de actuar responde a nuestra manera de ver e interpretar la situación. Sólo podemos cambiar nuestras acciones cuando cambiamos nuestros pensamientos y, éstos cambian al cambiar el modo en el cual vemos una determinada situación.

Volvamos al tema de la brecha, para que ésta sea un camino de aprendizaje y no un abismo entre mi “hoy de insatisfacción” y “mi mañana satisfactorio” es fundamental definir el estado actual y deseado en detalle y profundidad, dándole especial importancia a la estructura de coherencia del cliente, de modo de facilitar la determinación del camino de aprendizaje a recorrer para atravesar la brecha que separa un estado con el otro.

En coaching decimos que sólo se puede realizar una charla de coaching cuando hay una brecha claramente definida y establecida.

Dada su importancia, una ayuda clave es el comenzar por la dificultad o situación que quiere resolver el cliente y que defina cuál es su objetivo respecto a esa problemática que trajo a la conversación.

Después de todo, si queremos alcanzar un cierto estado deseado, tenemos que conocer de dónde partimos, dónde nos encontramos respecto a ese objetivo planteado o escenario proyectado.

Visto desde el hoy, no alcanza con definir lo que no queremos, sino hablar de lo que SI queremos, tener claro la finalidad de nuestros esfuerzos y el lugar hacia el cual aspiramos alcanzar. Como nos recuerda Claude Bernard: "El que no sabe lo que busca no entiende lo que encuentra."

28/12/11

Asumirnos aprendientes

“Los obstáculos son más que un condimento del triunfo.” (Mark Twain)

Una vida sin obstáculos es una vida sin posibilidades de superación.

La necesidad del obstáculo para el desarrollo individual, interpersonal y comunitario.

La importancia del sufrimiento para la experimentación del disfrute.

Cada una de las cuatro estaciones son necesarias. Gracias a su diversidad y matices es que podemos elegir. ¿Qué sería del verano sin la primavera que nos prepara paulatinamente para la llegada del calor? ¿Qué sería del invierno sin el verano, que por su efecto contrastante lo podemos diferenciar con claridad y, por tanto, apreciar y valorar?

Cada paisaje es hermoso o posibilitador de que podamos percibir la belleza. Es por ello que la vida es tan valiosa gracias a la muerte. Es nuestra finitud la que nos permite valorar la fugacidad de un suceso, la intensidad de un momento compartido. Todo pasa, la vida del hombre también, quedando sólo sus obras. Las acciones del hombre no se borran, éstas perduran y lo trascienden y, gracias a éstas, es que se hace inmortal, por la fuerza y el valor de su legado.

No temamos al dolor, más bien cuidémonos de nuestros miedos a sufrir que nos paralizan y obstaculizan nuestro crecimiento.

Si hoy ríes, disfruta de la risa. Si hoy lloras, aprende de la experiencia que desencadenó en la situación en la que te encuentras.

Desarrollemos nuestra capacidad de aprender de cada circunstancia y acontecimiento.

Estamos en la vida para aprender y las oportunidades de superación acontecen en cada situación y en cada interacción con un otro. Del modo en que elijamos transitar nuestra vida, dependerán nuestros resultados.

Después de todo, no hay un camino, somos el camino.